Lo informó el ministro de Salud, Francisco Fortuna, durante una recorrida por los consultorios ubicados en la plaza San Martín. Profesionales de la cartera sanitaria y de la Municipalidad de Córdoba realizaron estudios gratuitos de tensión arterial, glucemia, peso y talla.
Se hicieron estudios preventivos de la diabetes en los consultorios móviles del Ministerio de Salud en Plaza San Martín. Allí se realizaron controles de factores de riesgo, como tensión arterial, glucemia, peso y talla.
"El 50 por ciento de la población con diabetes no sabe que la padece. Por eso es muy importante todo lo que se pueda hacer para incentivar a la población a que tome conciencia sobre los factores de riesgo de esta enfermedad", dijo el ministro de Salud, Francisco Fortuna, durante una recorrida por los consultorios ubicados en el centro de la ciudad.
Como señaló Fortuna, se debe prestar atención a los antecedentes familiares y al modo de vida (sedentarismo, mala alimentación y sobrepeso), principales factores de riesgo. Según estimaciones del ministerio provincial, un 13 por ciento de la población padece la enfermedad y la mitad de ellos lo desconoce.
Actualmente el programa ProCordia asiste gratuitamente a cerca de 16 mil pacientes en 61 centros de atención localizados en todo el territorio provincial. De este universo, unos 5.000 pacientes son insulino dependientes, es decir necesitan esta medicación para controlar la enfermedad.
Desde la dirección de Promoción de Enfermedades Crónicas No Transmisibles del ministerio de Salud, también recuerdan algunos consejos para tener en cuenta y prevenir la enfermedad:
¿Qué debemos saber?
Que el sobrepeso y la obesidad son los principales factores de riesgo vinculados a la diabetes tipo 2.
Que la mediana edad y la falta de actividad física también inciden en su desarrollo.
Que cuanto mayor es la acumulación de grasa corporal, especialmente alrededor de la cintura, más insulinorresistentes se vuelven las células, y más se eleva el nivel de glucosa en la sangre.
Que el aumento de los niveles de grasas (lípidos) en la sangre junto con el azúcar (glucosa) producen un exceso de combustibles circulando, que se añaden a las grasas almacenadas en el tejido adiposo.
La resistencia a la insulina también puede afectar al control de la saciedad por el cerebro, que induce a una mayor ingesta de alimentos.
Según aumenta nuestro nivel de grasa corporal, la resistencia a la insulina empeora, la glucosa en sangre se eleva y tanto la obesidad como la diabetes se perpetúan.
Teniendo en cuenta esta secuencia, es posible que las personas obesas con diabetes tipo 2 tengan dificultades para bajar de peso agravando el problema.
Nuestro estilo de vida y el entorno donde vivimos, pueden contribuir a reducir el desarrollo de la obesidad, diabetes tipo 2 y sus enfermedades asociadas.
La buena noticia: La obesidad y la diabetes tipo 2 se pueden prevenir
Nuestro estilo de vida y el entorno donde vivimos, pueden contribuir a reducir el desarrollo de la obesidad, diabetes tipo 2 y sus enfermedades asociadas.
Recordá las siguientes pautas:
- Mantener un peso normal para nuestra edad, sexo y actividad física.
- Realizar una alimentación saludable: Cuanta mayor variedad de alimentos exista en la dieta, mayor garantía de que la alimentación sea equilibrada y que contenga todos los nutrientes necesarios.
- Consumir porciones moderadas en calorías, bajas en azúcares y grasas saturadas; altas en verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, pescado y aceite de oliva.
- Se recomienda consumir al menos 400 gramos por día de frutas y verduras, equivalente a cinco raciones.
- Reducir el consumo de sal.
- Tomar ocho vasos de agua por día o entre 1 a 2 litros de agua.
- Nunca prescindir de un desayuno completo, compuesto por lácteos descremados, pan o cereales integrales y frutas, al que debería dedicarse entre 15 y 20 minutos de tiempo. De esta manera, se evita o reduce la necesidad de consumir alimentos menos nutritivos a media mañana y se mejora el rendimiento físico e intelectual en el colegio o en el trabajo.
- Involucrar a todos los miembros de la familia en las actividades relacionadas con la alimentación: hacer las compras, decidir el menú semanal, preparar y cocinar los alimentos, entre otras.
- Realizar actividad física regular moderada al menos 30 minutos por día, la cual puede ser fraccionada en 3 momentos de 10 minutos.
- Evitar el consumo de bebidas con alcohol.
- No fumar.
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