
Y
es que pueden presentarse muchos riesgos, siempre que no haya un adulto
controlando todo. Acerca de esto: no es extraño, y menos en épocas de receso
escolar, que al irse al trabajo los papás dejen a un hermanito a cargo de los
más chicos.
“Siempre
insistimos mucho en la importancia de no dejar nunca a los niños al cuidado de
otro menor”, dice el doctor Daniel Pizzi, director del Pediátrico del
Niño Jesús. “No hay que cargar nunca sobre un niño semejante responsabilidad”,
señala el funcionario.
El
83 por ciento de los accidentes ocurridos en el espacio del hogar lo sufren
nenes de hasta 9 años. Los más expuestos son niños de menos de 4 años de edad,
quienes representan el 44 por ciento de los casos.
Pizzi
recalca la importancia de, ante cualquier susto que involucre a un chico,
“concurrir inmediatamente al médico, dispensario u hospital más cercano”.
“Muchos
adultos —dice el doctor— tienen alguna experiencia en reanimación y primeros
auxilios. Y está bien que intervengan. Pero lo más importante es que lo antes
posible un médico o alguien del equipo de salud entre en contacto con ese
niño”.
Para tener siempre en cuenta
A
continuación se listan algunas recomendaciones que hay que tener presentes
mientras haya nenes en la casa.
Cocina. Ollas,
sartenes y demás utensilios en uso deben colocarse siempre en hornallas
interiores. “Hay que cuidar que los mangos nunca queden hacia afuera, donde el
niñito se puede colgar y volcarse el aceite o el agua caliente encima, que son
los accidentes más frecuentes”, explica el doctor Pizzi. El 30 por ciento de
los accidentes sufridos por chicos dentro del hogar ocurren en esta parte de la
casa.
Piletas. “Muchas
veces uno cree que los niños necesitan una pileta de natación para ahogarse, y
no es así: el niño se ahoga en un vaso de agua”, dice el doctor, y recuerda
casos de ahogos ocurridos en fuentones u otros recipientes de escasa capacidad.
“Hemos tenido hace poco un lamentable accidente en un desagüe de lavarropas, un
hueco pequeño. Un bebé calló y se ahogó allí”, ejemplifica Pizzi.
Cajoneras, placares, depósitos, etcétera. Medicamentos, líquidos tóxicos, venenos o detergentes
deben estar bien identificados en sus paquetes y envases. Pero además deben
estar completamente fuera del alcance de los niños, en lugares a los que ellos
no tengan ningún acceso.
“Ya
sabemos que los chicos son muy curiosos, sobre todo los más pequeños. Abren
cajones, placares, buscan y se llevan a la boca lo que encuentran”, detalla
Pizzi.
Objetos pequeños.
Para los más bebés, es fundamental extremar recaudos con los objetos pequeños.
Sigue el doctor: “Los niños son muy de llevarse a la boca juguetes u otros
elementos. Ojo con las golosinas, los caramelos duros, sobre todo por el riesgo
de ahogamiento”.
Comenta
Pizzi que hace poco tiempo atendieron a un nene que ingirió la pila de un
reloj, que son muy tóxicas. También fue noticia, si bien no ocurrió en Córdoba,
la tragedia en la que un niñito murió ahogado con el capuchón de una birome.
Animales. Con
las mascotas hay que tener un cuidado adicional. Pizzi detalla que sólo el
Pediátrico recibe en promedio casi a dos niños accidentados por mordeduras de
perro al día. “Es alarmante, sobre todo si uno piensa que éste es un hospital
entre todos los que hay en Córdoba, más todos los consultorios y las personas
que, porque se trata de mordeduras pequeñas, ni siquiera van al médico”.
“La
mayoría de los accidentes se producen con perros propios o conocidos, ya sea de
un pariente o de un vecino. Son muy pocos los accidentes entre niños y perros
vagabundos”, ilustra el doctor.
Ya
sobre fin de año, los petardos y cohetes ponen muy nerviosos a los animales.
Muchas veces los nenes tratan de calmar a sus mascotas y es allí cuando éstas
los desconocen y atacan.
“Fundamentalmente
hay que enseñar a los niños a convivir con sus mascotas. No es correcto que el
animal duerma en la cama con el niño: el animal debe dormir en su cucha, y el
niño en su cama”, prosigue Pizzi.
“No
molestar a perros, gatos ni a ningún otro animal cuando están comiendo, darles
su espacio y no molestarlos. Enseñar al niño cuya mascota ha tenido cría a no
tocar a los cachorritos, ya que las mamás, en una actitud defensiva, producen a
veces accidentes muy graves”, ilustra el doctor.
En el resto del hogar.
Cuidado con golpes y caídas, por ejemplo en dormitorios con camas cuchetas
en donde juegan los niños. “Los espacios de juego deben ser
siempre supervisados por un adulto”, finaliza el funcionario.
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