Sarmiento – El viernes pasado aproximadamente a las 6 de la mañana, en ruta 9 norte a escasos metros del cruce con ruta 60 un camión debió detenerse en la banquina.
El chofer, quién era su único ocupante, descendió y de repente vio como su vehículo de deslizaba hacia abajo. Trató de subir y traccionarlo para ponerlo nuevamente en la carpeta asfáltica, pero la lluvia caída hizo que su esfuerzo fuera en vano. Terminó volcado sobre la banquina derecha.
El transporte provenía de la provincia de La Rioja con destino a Capital Federal, cargado con vino fino. En el accidente el chofer sufrió el saqueo de los que se detenían por curiosidad.
El transporte provenía de la provincia de La Rioja con destino a Capital Federal, cargado con vino fino. En el accidente el chofer sufrió el saqueo de los que se detenían por curiosidad.
Podríamos cronicar el hecho como usualmente se hace en estos casos y decir “por causas que se tratan de establecer”. Lo cierto es que sabemos perfectamente las causas, “el mal estado de las banquinas y las rutas”.
Los técnicos dirán, una vez más, que están dentro de las medidas estándares permitidos.
Pero si observamos detenidamente los registros fotográficos veremos a simple vista el exceso de inclinación en la banquina. Ya era el mediodía del sábado, el piso estaba seco y, en este tramo, es casi imposible detenerse por el miedo a “caerse”.
Pero si observamos detenidamente los registros fotográficos veremos a simple vista el exceso de inclinación en la banquina. Ya era el mediodía del sábado, el piso estaba seco y, en este tramo, es casi imposible detenerse por el miedo a “caerse”.
Hoy nos toca relatar este hecho, pero quiénes transitan diariamente las rutas cordobesas, especialmente las del norte cordobés, verán el lamentable estado de las banquinas.
Por si no lo notó traten de estacionarse a la vera de la ruta 9, o de la 16 que une Deán Funes con Cruz del Eje, o la 60 donde el espacio entre la carpeta asfáltica y la banquina en algunos casos llega a medir cincuenta centímetros de ancho por casi veinte de profundidad. O en la 17 que va desde Villa del Totoral a Cañada de Luque.
Ni hablemos, por ahora, de los baches que cuando los tapan parecen verdaderas postales de las sierras cordobesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario