El obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, destacó que el Cura Brochero fue "un hombre de profunda vida de oración", algo que se supo recientemente gracias al trabajo de un grupo de antropólogos forenses de la Justicia de la ciudad de Córdoba.

"Hemos tenido la gracia de saber hace muy poco, por el trabajo de unos antropólogos forenses que la Justicia de la ciudad de Córdoba nos cedió para saber sobre la conservación del cuerpo de este santo sacerdote, que las marcas de los huesos en la parte de las rodillas demuestran que ha sido un hombre que se arrodillaba mucho", sostuvo.
"Así hemos captado lo que dice el Breviario común de pastores: 'Es un pastor bueno el que ora por su pueblo'", agregó en una entrevista con la agencia de noticias Zenit.
Al ser consultado sobre los modos de hablar del cura gaucho, el prelado respondió: "Aunque en estos últimos tiempos la figura de Brochero fue tomando su verdadera dimensión, había sobre Brochero mucha leyenda, mucha fábula, o comentarios porque tenía un lenguaje más popular. Sin embargo nunca usó malas palabras aunque sí expresiones más campechanas, nunca un insulto ni dobles sentidos".
"O sea que el cura gaucho fue identificado solamente como una persona sencilla de poco vuelo intelectual, olvidando que tuvo la inteligencia de adaptar su lenguaje y su mensaje al pueblo sencillo de donde fue enviado. Y muchas veces primó más la imagen de ese cura campechano, olvidando su vuelo e inteligencia", indicó.
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